A primera vista, la discusión no fue el punto de inflexión en la derrota de Evans por 6-4, 3-6, 6-2. A pesar de la intervención de Lahyani, finalmente logró romper el juego de servicio de Fognini.
Sin embargo, se cree que el incidente tuvo un efecto deprimente en Evans, quien perdió los siguientes tres juegos después del siguiente descanso. Pasó este intercambio discutiendo acaloradamente con Lahyani.
“Sólo te pido que me muestres dónde aterrizó la pelota”, dijo Evans, “pero no pudiste porque no lo sabías. Se acabó, olvídalo. ¿Puede decirme por qué me comporté de manera antideportiva?
«Sí», respondió Layhani, «porque hoy usaste la palabra con F». Estoy completamente de acuerdo (en que Evans tenía razón), pero no me estás gritando ni usando la palabra con F. Si me hubieras hablado normalmente, lo habría aceptado”.
La derrota continuó una pésima racha de resultados para Evans, quien ha perdido 11 de los 14 partidos que ha jugado hasta ahora en 2024. Su clasificación cayó por debajo de los 60, la peor en casi cinco años, cuando perdió en 2024. El mes pasado no logró mantener el ritmo en la primera ronda en Barcelona, por lo que no pudo defender sus puntos de semifinales del año pasado.
También hay otro punto aquí con respecto al arbitraje en el tenis, que en general se ha vuelto más propenso a errores desde que las llamadas electrónicas a línea (ELC) se convirtieron en la norma en el circuito profesional. Los árbitros se han convertido en pasajeros en la gran mayoría de los juegos en cancha dura y, como resultado, parecen estar perdiendo su ventaja.
Los eventos en tierra batida son los últimos que dependen únicamente del ojo humano, ya que seguir el movimiento de una pelota en esta superficie cambiante e irregular presenta desafíos técnicos adicionales.
La ATP, que dirige el circuito masculino, insiste en que estará lista para utilizar ELC en todos los torneos sobre tierra batida el próximo año. Sin embargo, en este momento estamos asistiendo a un número superior a la media de disputas sobre las marcas de las pelotas en el polvo rojo.
Daniil Medvedev, número 4 del mundo, lo resumió hace un mes en una larga diatriba en Montecarlo: “Ya no sabes arbitrar. ¿Quién asumirá la responsabilidad?”