Historial de partidos
Djokovic celebra su centenario en Melbourne
El serbio derrotó a Etcheverry en su partido número 100 en el Abierto de Australia
19 de enero de 2024
Por el personal de ATPTour.com/es
El Rod Laver Arena aplaudió este viernes con especial cariño a Novak Djokovic. El actual campeón jugó su partido número 100 en el Abierto de Australia, un número reservado sólo para figuras de la más alta excelencia profesional, escribiendo un nuevo y brillante capítulo en un torneo que lo lanzó a la historia del deporte.
Con una marca legendaria en sus manos, Djokovic se convierte en el tercer jugador que alcanza los cien partidos en individuales en el Abierto de Australia, una cifra que hasta la fecha sólo conocen el suizo Roger Federer (117) y la estadounidense Serena Williams (105). Viernes.
El No. 1 del Ranking ATP Pepperstone derrotó al argentino Tomás Martín Etcheverry, una de las figuras más imponentes del tenis sudamericano actual, por 6-3, 6-3, 7-6(2). Con renovada facilidad en el fondo de la cancha y controlando las molestias en su muñeca izquierda, Novak logró anular el poder de su oponente.
“Fue un gran partido, la mejor actuación que he mostrado en este torneo”, admitió Djokovic durante la entrevista en la cancha. “Estoy contento con el nivel que mostré, especialmente en los dos primeros sets. Mejoró su tenis en el tercer set, donde estuvimos muy igualados. En el tiebreak encontré los tiros adecuados y los saques adecuados para finalizar el partido.» » .
Aunque Djokovic había ganado sus dos partidos anteriores contra Etcheverry sin perder sets, con duelos abiertos en el ATP Masters 1000 de Roma y París-Bercy en 2023, la autoridad del sudamericano imponía respeto en Melbourne. El argentino, que eliminó sin un rasguño a Andy Murray y Gael Monfils en sus dos primeras rondas, saltó al Rod Laver Arena en una situación de oportunidad.
Después de soportar dos rondas iniciales llenas de giros y participar en intensas batallas de cuatro rondas contra Dino Prizmic y Alexei Popyrin, Balkan encontró su mejor versión del torneo y dio los toques finales a la primera semana de competencia. Sus piernas trabajaron con especial alegría, sus reflejos alcanzaron el nivel habitual y su olfato en los puntos importantes fue el de siempre, el de un jugador preciso como ningún otro en el momento decisivo.
Ante un jugador de tiros muy duros, Djokovic activó su capacidad para encontrar el hueco. En los dos primeros sets, el serbio quebró a Etcheverry en el primer game en el que tuvo puntos de quiebre. Por lo demás, fue un ejercicio de absoluta concentración, derrotando a su rival con movimientos medidos. Su orden de servir, apenas ante una situación de Demonio Durante todo el partido logró avanzar con ventaja absoluta.
Etcheverry compitió con corazón en un estadio dominado por su rival. Entre vítores de “¡Lucha, Tomy, lucha!” Desde las gradas, el cuartofinalista de Roland Garros volvió a demostrar su carácter en los grandes escenarios del circuito y mostró la fortaleza de Novak en una ronda final equilibrada. Ante una situación en la que tantos colapsaron, Etcheverry le exigió un desempate al campeón como epílogo del partido.
Con 31 victorias consecutivas en el torneo, Djokovic buscará extender su dominio en Melbourne Park entrando con fuerza a la segunda semana. En un terreno que conoce como ningún otro, Djokovic se enfrentará en octavos de final al ganador del duelo entre el francés Adrian Mannarino y el estadounidense Ben Shelton.
Etcheverry, por su parte, finaliza su aventura en Melbourne con una bolsa llena de méritos. El argentino logró el mejor resultado de su carrera en un Grand Slam en pista dura y abrió de par en par las puertas al top 30 del mundo, confirmando su figura como estrella en ascenso en la temporada 2024.
Sabías…?
Novak Djokovic es el único jugador que ha conseguido más de 90 victorias individuales en tres Grand Slams diferentes. Los Balcanes, máximo campeón masculino de todos los tiempos con 24 trofeos en su palmarés, alcanzaron este hito en las pistas duras del Abierto de Australia (92), la hierba de Wimbledon (92) y la arcilla de Roland Garros (93).